Cuando el objetivo es que tu pequeño amigo aprenda buenos modales y sea el orgullo de su dueño, existen métodos sencillos y al alcance de todos que puedes aplicar sin sufrimiento ni agotadoras sesiones de entrenamiento, se llama adiestramiento con clicker.

Algo tan simple como un clicker puede ayudarte a obtener resultados sorprendentes, entre ellos que tu relación con tu mascota sea de las mejores que hayas tenido en tu vida.
El clicker es un aparato de reducidas dimensiones, con una lengüeta de metal que, cuando se pulsa, emite un sonido. Así, el adiestramiento con clicker se basa en hacer «clic» y dominar a un perro, cualquiera sea su tamaño.

Seguramente te preguntarás cómo es posible. Pues este método, que se aplica hace mucho tiempo, pese a no estar muy difundido suele denominarse Click y Recompensa, siendo resultado de la fusión de técnicas de psicología conductual y las usadas por entrenadores de mamíferos marinos.

Los primeros entrenadores de delfines y ballenas utilizaban este tipo de entrenamiento con clicker, que luego fue adoptado por los especialistas en adiestramiento canino, basándose en la confianza y el afecto en lugar de la fuerza o el castigo.
Es que el clicker no es más que una abreviatura de «¡muy bien!», frase frecuentemente usada para que tu cuadrúpedo amigo entienda que actuó correctamente.

Con el uso de un clicker, un silbato o una expresión verbal de amor, puedes identificar exactamente qué comportamiento causó tu beneplácito y así hacérselo saber a tu mascota. En este caso, el clicker es mucho más rápido, más preciso que una frase, por lo que se adapta mucho mejor.
Al entrenar a tu perro debes encontrar exactamente qué lo motiva a moverse, y usarlo como refuerzo primario cuando trabajas con el clicker. Una vez que el clicker se asocie con las cosas que le gustan, entonces puede ser usado en infinidad de maneras. Además, permite trabajar a distancia y puede tomar el lugar de la galleta que tal vez solías usar como recompensa cada vez que tu perro hace algo bien.

El primer paso para el éxito en este caso es asociar el clicker con un refuerzo positivo primario. Si tu perro ya conoce comandos de obediencia, basta con sustituir el afecto verbal por el clicker. Pero si no ha sido formalmente entrenado, haz «clic» en el clicker y ofrécele una recompensa. Repite unas 20 o 30 veces hasta que muestre signos visibles de reaccionar al sonido. Pronto verás los resultados y habrás dado un pequeño paso para obtener grandes satisfacciones.

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