Es indescriptible la ternura que despierta esa pequeña bola de pelo cuando lo ves por primera vez y tienes claro que quieres llevártelo a casa. Si bien es un momento mágico y las satisfacciones son muchísimas, ya es momento de pensar en cómo educar a un perro cachorro para que, desde entonces, la convivencia sea de lo más placentera, sin problemas que lamentar.

La edad ideal de un cachorro para llevarlo a casa oscila entre los 50 y 80 días, y recuerda que en el preciso instante en que el pequeño llega a su nuevo hogar, comienza su educación.

Pero, tranquilo, que educar a un perro cachorro no es tan difícil. Solo se requiere de una buena cuota de paciencia. Es como un niño cuando empieza a dar sus primeros pasos, todo le atrae, deambula olfateando o jugueteando. Por eso hay que tener cuidado, porque al desconocer el peligro puede meterse en serios problemas.

Es preciso lograr que el cachorrito no haga lo que quiera, sino lo que debe, pero sin perder sus momentos de juego, que obviamente los merece y necesita para convertirse en un perro equilibrado y feliz.
Entre las reglas básicas al momento de su llegada están el aprender cuál es su lugar para dormir y su lugar para «ir al baño». Es normal que al principio el pequeño quiera compañía, pues ser separado de su madre implica un trauma. En este caso, no pierdas la calma y con toda firmeza y paciencia intenta que permanezca en su cama esa primera noche. De ello dependerán las noches futuras.

Si no te dejas convencer por ese lastimero llanto y su tiernísima mirada, lograrás pasar la prueba.

Respecto al lugar donde hacer sus necesidades, hay varias técnicas. Tú puedes usar la que mejor te convenga. Como el perro es un animal de costumbres, es fácil enseñarle sitios concretos. Pero tienes que tener la constancia y paciencia de sacarlo –si vives en un apartamento— o de permitirle usar un espacio abierto, al aire libre, en tu hogar para encontrar el lugar adecuado para el «baño».

Al lugar que tú deseas que utilice debes llevarlo siempre cuando despierta, después de comer y después de jugar. Esos son generalmente los momentos en que el cachorro necesita evacuar. Verás con qué rapidez se acostumbra, siempre y cuando tengas la constancia de acompañarlo en el proceso de aprendizaje.

Es muy fácil. Inténtalo 🙂

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