Los perros tienen que hacer sus necesidades, eso lo podemos entender perfectamente, lo molesto del asunto es que, de forma natural, no suelen avisarnos antes. Y a veces, cuando sacamos a nuestro perro al parque para que haga lo suyo, se toma todo su tiempo olfateando cada sección antes de decidirse dónde hacerlo, algo frustrante si andamos con el tiempo medido.

Por fortuna, esta función biológica es algo que los perros aprenden a controlar muy bien y nosotros podemos tomar ventaja de ello para educarlos a «ir al baño» con una orden. Los perros utilizan estímulos para hacer sus necesidades. Los cachorros muy pequeños son estimulados por lengüetazos de sus madres cerca de sus genitales o de la región anal; los cachorros mayores se estimulan al ver a sus padres o hermanos hacer sus necesidades y también  presionando su vejiga o intestino; y sabemos que los perros adultos pueden orinar en cualquier momento para delimitar su territorio, el simple olor de la orina de un perro extraño dentro de su área es estímulo suficiente para hacerlos orinar.

El proceso en este entrenamiento es simple, aunque requiere persistencia. Nos enfocaremos en un perro que está dejando de ser cachorro.

Es útil saber que un perro adulto suele ir al baño un par de minutos después de terminar de comer o tomar agua, un cachorro puede ni siquiera terminar su comida cuando siente la necesidad de ir al baño. Así que puedes usar este momento para iniciar el entrenamiento.

Observación

Primero debes observar qué comportamiento tiene tu perro antes de hacer sus necesidades; por lo general, da vueltas, olfatea y pasa por un mismo lugar una y otra vez, como si estuviera tratando de identificar un lugar exacto.

Indicación y recompensa

Cuando observes que comienza con tal comportamiento, dale una orden verbal, elige la palabra que más conveniente te parezca, como «baño», y repítela hasta que tu perro comience a hacer sus necesidades. Espera allí y cuando acabe, prémialo con una galleta, una caricia y un tono de voz suave y alegre.

Repite el proceso hasta que te des cuenta de que entre tu orden y el momento en que él comienza hay un menor lapso de tiempo.

Limitación

Si necesitas que haga lo suyo en un lugar determinado, usa la cadena y sigue el procedimiento anterior. Digamos, si quieres que defeque en una parte determinada del parque, llévalo allí cerca y déjalo que se comporte naturalmente mientras lo sostienes de su cadena, observa cuando su comportamiento indique que está a punto de ir al baño, en ese momento llévalo al lugar exacto donde debe hacer.

Repetición

Los perros son animales de hábitos, si les haces repetir algo una y otra vez, aprenderán que ésa es la manera de hacerlo, así que, si cada vez que tu perro sale al parque o a la calle lo conduces al mismo lugar, sabrá qué es lo que tiene que hacer allí.

Una vez que haya aprendido la orden, prémialo únicamente si no se demora mucho entre tu orden y el acto. Con el tiempo, no necesitarás más recompensas, tu orden le será suficiente.

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